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Plantación y cuidados del avellano

Desde el punto de vista agronómico hay dos vías para potenciar la producción de la avellana en Piloña: la mejora de as plantaciones tradicionales existentes y la realización de nuevas plantaciones regulares

.Mejora de las plantaciones tradicionales

Para incrementar su producción es necesario rejuvenecer las plantas, abonar y realizar controles fitosanitarios. EI rejuvenecimiento se efectúa mediante podas, suprimiendo el 50% de la vegetación para provocar la emisión de ramas jóvenes, eliminando las ramas secas y las que estén excesivamente inclinadas. Hay que tener en cuenta que la sustitución de árboles envejecidos por brotes salidos de los pies disminuye la producción, por lo que siempre será más recomendable renovar plantando árboles nuevos. En cuanto al abonado y a los controles fitosanitarios se realizarán según se explica para las plantaciones regulares.

Plantaciones regulares

- Exigencias de clima y suelo
Este cultivo se adapta perfectamente a las condiciones edafoclimáticas de Asturias. Le perjudican las heladas durante la época de brotación (comienzos de la primavera), que pueden ser nocivas, las temperaturas elevadas en ambiente seco y las nieblas. Por el contrario, favorecen su desarrollo la humedad ambiental alta,1.000 I/m de Iluvia bien dis- tribuída a lo largo de todo el año y los vientos suaves que favorecen la polinización. En cuanto al suelo, el avellano se adapta a distíntos tipos, pero los prefiere sueltos, pro- fundos, permeables, fértiles y con un PH de 6 a 7,5. No soporta los suelos encharcados, que pueden provocar asfixia radicular.

- Variedades

Para asegurar el éxito de la plantación es fundamental elegir adecuadamente las varie- dades. Algunas a tener en cuenta son: Negreta, Gironella, Pauetet, Osu 43-58, Ennis, But- tler, Tonda di Gilfoni, Casina, Grande, Espinaredo, Quirós y Amandi, siendo, las cinco últimas, asturianas. Es necesario realizar las plantaciones asociando diversas variedades, pues se trata de una especie autoincompatible al presentar desfase entre la maduración de los órganos florales femeninos y masculinos de una misma planta. También se puede dar interincompatibilidad varietal. Habitualmente, la plantación se realiza colocando una variedad base, en mayor proporción, y dos o más variedades polínizadoras que supongan entre el 15 y el 20 % de las plantas. Los polinizadores se plantan en líneas completas para facilitar la recolección de los frutos y procurando que los vientos dominantes favorezcan la polinización.

Plantación y sistema de formación

Conviene realizar labores en profundidad, previas a la plantación, en las que se incorporan las enmiendas (estercolado y encalado si fuera necesario) y los abonos minerales de fondo, según los resultados del análisis del suelo. La plantación se realiza durante la parada invernal (entre diciembre y enero). AI ser una especie con un sistema radical superficial, conviene que la plantación sea poco profunda (a unos 20 cms) para evitar problemas de asfixia radicular. Es preferible utilizar plantones sanos y vigorosos a aprovechar rebrotes o renuevos de plantas viejas que, como se indicó, reducen la producción. Tradicionalmente se ha cultivado en mata (con varios pies por árbol), según la tendencia natural de la especie; sin embargo, actualmente se cultivan a un tronco formando las plantas en vaso bajo. Entre las ventajas de cultivar en un solo píe se pueden mencionar: facilidad de cultivo, mantenimiento del suelo, eliminación de rebrotes y la menor incidencia de enfermedades. EI marco de plantación para la formación en vaso es de 6 a 7 m. entre líneas y de 3 a 4 m. entre plantas, dependiendo del vigor de la variedad y del tipo de suelo. Los plantones se deben despuntar tras la plantación a una altura de 40-50 cm. Al año siguiente se eligirán de 3 a 5 ramas que constituirán los brazos principales. Una vez formada la planta, la poda consistirá en aclarar el centro de la copa, eliminando las ramas secas, enfermas, entrecruzadas y rastreras. La eliminación de rebrotes en invierno, que tradicionalmente se hacía de forma manual, se facilita aplicando, entre mayo y julio, herbicidas (Paraquat )que frenan el desarrollo vegetativo y reducen su densidad y vigor en años posteriores. Las líneas deben mantenerse limpias y las calles encespadas.

- Abonado.

La fertilización dependerá de la situación de partida reflejada en el análisis del suelo. A título orientativo un abonado anual de mantenimiento podría ser el siguiente:
- 350-400 Kg. por hectárea de Nitrato Amónico Cálcico del 26%, distribuido en tres etapas: 30% en la época de brotación, (comienzo de la primavera), el 60% después de la fecundación (de mediados de mayo a mediados de julio) y el 10% restante, después de la recolección (en octubre-noviembre).

- 200-250 Kg. por hectárea de sulfato de potasa.

- 250 a 350 Kg. por hectárea de superfosfato de cal del 18%.

-100 a 200 Kg. por hectárea de sulfato de magnesio.

- Control Fitosanitario.
Las enfermedades que más frecuentemente aparecen en Asturias son el oidio y el secado de yemas. Las plagas más comunes son los ácaros, el gusano de la avellana y la zeuzera o taladro de la madera. EI oidio se controla cortando y destruyendo los brotes afectados a lo largo del período vegetativo y en la poda. También se puede tratar con productos químicos a base de azufre. EI secado de yemas se controla con productos a base de benomilo o carbendezima.. Los ácaros parasitan yemas, de flor o de madera, a las que provocan una hipertrofia, tran formándolas en agallas, por lo que son destruidas. Es aconsejable eliminar manualmente las yemas parasitadas antes de que se abran. Si por su extensión fuese necesario un control químico, se hará con endosulfán cuando aparezca la tercera hoja. EI gusano de la avellana puede destruir buena parte de la cosecha, siendo más afectadas las plantaciones situadas en las orillas de los ríos. En caso de ataques fuertes conviene aplicar uno o dos tratamientos a finales de la primavera con endofulfán o carbaril entre otras materias activas específicas. EI taladro puede llegar a destruir la planta si penetra en el tronco o en las ramas principales y no se combate a tiempo. Resulta eficaz introducir, en sentido ascendente, un alambre por el orificio de entrada, de forma que se alcance al in- secto. También son efectivos los tratamientos localizados, aplicados con brocha sobre la zona afectada, de una mezcla de agua, aceite mineral blanco de verano y fenitrotion.

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